sábado, 2 de noviembre de 2019

EL RENACIMIENTO EUROPEO


EL RENACIMIENTO EUROPEO



     Ningún otro período en la historia de nuestra cultura ha tenido un efecto más perdurable que el Renacimiento, un  movimiento económico, artístico, religioso y político que empezó en Florencia, Italia, para el 1350, y luego se extiende por toda  Europa. Hay un RESUMEN  DE ESTA UNIDAD  más abajo.


IMPORTANTE: Para entender la nueva  forma abierta de expresar las ideas políticas durante el RENACIMIENTO leeremos dos capítulos de libro El Príncipe de Maquiavelo(caps. 17 y 18).pero especialmente el cap.18-XVIII- donde trata el problema de el bien y el mal en la política. 
En esta unidad serás responsable de leer por lo menos la parte subrayada del capítulo 18, accediendo al enlace más abajo. (La lectura está mas abajo, y también  en RESERVA ).

*[Más abajo se ha colocado un video sobre el Renacimiento]

PREGUNTA:  
¿Qué opinión tenía Maquiavelo sobre el "bien y el mal"?
(¿Crees que hoy día los gobernantes siguen pensando igual?)
(Puedes buscar la lectura también en  el siguiente enlace:

http://www.laeditorialvirtual.com.ar/pages/maquiavelo/maquiavelo_elprincipe.htm


                                  CAPÍTULO XVII
DE LA CLEMENCIA Y DE LA SEVERIDAD, Y SI VALE MAS SER AMADO QUE TEMIDO
Hablando in genere, puede decirse que los hombres son ingratos, volubles, disimulados, huidores de peligros y ansiosos de ganancias. Mientras les hacemos bien y necesitan de nosotros, nos ofrecen sangre, caudal, vida e hijos, pero se rebelan cuando ya no les somos útiles. El príncipe que ha confiado en ellos, se halla destituido de todos los apoyos preparatorios, y decae, pues las amistades que se adquieren, no con la nobleza y la grandeza de alma, sino con el dinero, no son de provecho alguno en los tiempos difíciles y penosos, por mucho que se las haya merecido. Los hombres se atreven más a ofender al que se hace amar, que al que se hace temer, porque el afecto no se retiene por el mero vínculo de la gratitud, que, en atención a la perversidad ingénita de nuestra condición, toda ocasión de interés personal llega a romper, al paso que el miedo a la autoridad política se mantiene siempre con el miedo al castigo inmediato, que no abandona nunca a los hombres. No obstante, el príncipe que se hace temer, sin al propio tiempo hacerse amar, debe evitar que le aborrezcan, ya que cabe inspirar un temor saludable y exento de odio, cosa que logrará con sólo abstenerse de poner mano en la hacienda de sus soldados y de sus súbditos, así como de despojarles de sus mujeres, o de atacar el honor de éstas. Si le es indispensable derramar la sangre de alguien, no debe determinarse a ello sin suficiente justificación y patente delito. Pero, en tal caso, ha de procurar, ante todo, no incautarse de los bienes de la víctima porque los hombres olvidan más pronto la muerte de su padre que la pérdida de su patrimonio. Si sus inclinaciones le llevasen a raptar la propiedad del prójimo, le sobrarán ocasiones para ello, pues el que comienza viviendo de rapiñas, encontrará siempre pretextos para apoderarse de lo que no es suyo, al paso que las ocasiones de derramar la sangre de sus gobernados son más raras, y le faltan más a menudo.


                                 CAPÍTULO XVIII
DE QUE MODO DEBEN GUARDAR LOS PRÍNCIPES LA FE PROMETIDA

¡Cuán digno de alabanza es un príncipe cuando mantiene la fe que ha jurado, cuando vive de un modo íntegro y cuando no usa de doblez en su conducta! No hay quien no comprenda esta verdad, y, sin embargo, la experiencia de nuestros días muestra que varios príncipes, desdeñando la buena fe y empleando la astucia para reducir a su voluntad el espíritu de los hombres, realizaron grandes empresas, y acabaron por triunfar de los que procedieron en todo con lealtad. Es necesario que el príncipe sepa que dispone, para defenderse, de dos recursos: la ley y la fuerza. El primero es propio de hombres, y el segundo corresponde esencialmente a los animales. Pero como a menudo no basta el primero es preciso recurrir al segundo. Le es, por ende, indispensable a un príncipe hacer buen uso de uno y de otro, ya simultánea, ya sucesivamente. Tal es lo que con palabras encubiertas enseñaron los antiguos autores a los príncipes, cuando escribieron que muchos de ellos, y particularmente Aquiles, fueron confiados en su niñez al centauro Quirón, para que les criara y los educara bajo su disciplina. Esta alegoría no significa otra cosa sino que tuvieron por preceptor a un maestro que era mitad hombre y mitad bestia, o sea que un príncipe necesita utilizar a la vez o intermitentemente de una naturaleza y de la otra, y que la una no duraría, si la otra no la acompañara.
Desde que un príncipe se ve en la precisión de obrar competentemente conforme a la índole de los brutos, los que ha de imitar son el león y la zorra, según los casos en que se encuentre. El ejemplo del león no basta, porque este animal no se preserva de los lazos, y la zorra sola no es suficiente, porque no puede librarse de los lobos. Es necesario, por consiguiente, ser zorra, para conocer los lazos, y león, para espantar a los lobos; pero los que toman por modelo al último animal no entienden sus intereses. Cuando un príncipe dotado de prudencia advierte que su fidelidad a las promesas redunda en su perjuicio, y que los motivos que le determinaron a hacerlas no existen ya, ni puede, ni siquiera debe guardarlas, a no ser que consienta en perderse. Y obsérvese que, si todos los hombres fuesen buenos, este precepto sería detestable. Pero, como son malos, y no observarían su fe respecto del príncipe, si de incumplirla se presentara la ocasión, tampoco el príncipe está obligado a cumplir la suya, si a ello se viese forzado. Nunca faltan razones legítimas a un príncipe para cohonestar la inobservancia de sus promesas, inobservancia autorizada en algún modo por infinidad de ejemplos demostrativos de que se han concluido muchos felices tratados de paz, y se han anulado muchos empeños funestos, por la sola infidelidad de los príncipes a su palabra. El que mejor supo obrar como zorra, tuvo mejor acierto.
Pero es menester saber encubrir ese proceder artificioso y ser hábil en disimular y en fingir. Los hombres son tan simples, y se sujetan a la necesidad en tanto grado, que el que engaña con arte halla siempre gente que se deje engañar. No quiero pasar en silencio un ejemplo fehacientísimo. El papa Alejandro VI no hizo jamás otra cosa que engañar a sus prójimos, pensando incesantemente en los medios de inducirles a error y encontró siempre ocasiones de poderlo hacer. No hubo nunca nadie que conociera mejor el arte de las protestas persuasivas ni que afirmara una cosa con juramentos más respetables, ni que a la vez cumpliera menos lo que había prometido. A pesar de que todos le consideraban como un trapacero, sus engaños le salían siempre al tenor de sus designios, porque, con sus estratagemas, sabia dirigir a los hombres.
No hace falta que un príncipe posea todas las virtudes de que antes hice mención, pero conviene que aparente poseerlas. Hasta me atrevo a decir que, si las posee realmente, y las practica de continuo, le serán perniciosas a veces, mientras que, aun no poseyéndolas de hecho, pero aparentando poseerlas, le serán siempre provechosas. Puede aparecer manso, humano, fiel, leal, y aun serlo. Pero le es menester conservar su corazón en tan exacto acuerdo con su inteligencia que, en caso preciso, sepa variar en sentido contrario. Un príncipe, y especialmente uno nuevo, que quiera mantenerse en su trono, ha de comprender que no le es posible observar con perfecta integridad lo que hace mirar a los hombres como virtuosos, puesto que con frecuencia, para mantener el orden en su Estado, se ve forzado a obrar contra su palabra, contra las virtudes humanitarias o caritativas y hasta contra su religión. Su espíritu ha de estar dispuesto a tomar el giro que los vientos y las variaciones de la fortuna exijan de él, y, como expuse más arriba, a no apartarse del bien, mientras pueda, pero también a saber obrar en el mal, cuando no queda otro recurso. Debe cuidar mucho de ser circunspecto, para que cuantas palabras salgan de su boca, lleven impreso el sello de las virtudes mencionadas, y para que, tanto viéndole, como oyéndole, le crean enteramente lleno de buena fe, entereza, humanidad, caridad y religión. Entre estas prendas, ninguna hay más necesaria que la última. En general, los hombres juzgan más por los ojos que por las manos, y, si es propio a todos ver, tocar sólo está al alcance de un corto número de privilegiados. Cada cual ve lo que el príncipe parece ser, pero pocos comprenden lo que es realmente y estos pocos no se atreven a contradecir la opinión del vulgo, que tiene por apoyo de sus ilusiones la majestad del Estado que le protege. En las acciones de todos los hombres, pero particularmente en las de los príncipes, contra los que no cabe recurso de apelación, se considera simplemente el fin que llevan. Dedíquese, pues, el príncipe a superar siempre las dificultades y a conservar su Estado. Si logra con acierto su fin se tendrán por honrosos los medios conducentes a mismo, pues el vulgo se paga únicamente de exterioridades y se deja seducir por el éxito. [[1]] Y como el vulgo es lo que más abunda en las sociedades, los escasos espíritus clarividentes que existen no exteriorizan lo que vislumbran hasta que la inmensa legión de los torpes no sabe ya a qué atenerse. En nuestra edad vive un príncipe que nunca predica más que paz, ni habla más que de buena fe, y que, de haber observado una y otra, hubiera perdido la estimación que se le profesa, y habría visto arrebatados más de una vez sus dominios. Pero creo que no conviene nombrarle. [[2]]



Video El Renacimiento :



En el siguiente enlace podrás encontrar información mas detallada sobre El Renacimiento:
http://mediateca.cl/900/historia/universal/europa/documento/renacimiento/enaci1.htm




    

En esta sección presentamos las ideas, artísticas, políticas y religiosa del Renacimiento europer(c. 1400-1500s) .
¿Dónde se inició?
¿Cuáles fueron las nuevas ideas que se introdujeron entonces?
¿Cuál fue esa nueva visión del hombre y del arte?
Los temas ahora serían: a) el ser humano como centro(humanismo); b) retorno a la naturaleza; c) redescubrimiento del mundo de Grecia y Roma antigua.

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RESUMEN DE ESTA UNIDAD:

RENACIMIENTO Y EPOCA MODERNA
RENACIMIENTO:
  • ¿Cuándo? : De 1350 a los 1450.
  • ¿Dónde? : Surge primero en Florencia, y más tarde en otras partes de Italia (Venecia, Roma) y el resto de Europa.
  • ¿Cuáles son los temas que aparecen durante esta época:
i. el ser humano como centro de preocupación y tema para el arte
ii. Vuelta a la naturaleza, como fuente de conocimiento y estudio
iii. el estudio de Grecia antigua y los clásicos (por su preocupación, tanto en el arte como en las ideas sobre el ser humano)- la idea de Dios como centro de todo, comienza a ceder frenta la importancia del ser humano.
  • Eventos que ayudan a su propagación:
i. la imprenta
ii. los viajes de descubrimiento
iii. la acumulación de riqueza (surge así el capitalismo moderno y el comercio)

iv. también cuando se puede leer la Biblia impresa, surgen interpretaciones distintas a la oficial del catolicismo. Surge la figura de Martín Lutero, sacerdote  quien rompe con la Iglesia al publicar sus 95 tesis en Wittemberg- sólo la fe salva y no necesariamente los sacramentos; y se introduce otra secta dentro de cristianismo.
  • ¿Qué institución política se crea durante el Renacimiento:
El concepto de Estado-Nación, con a) un rey (gobernante), b) una fe y c) un idioma. En los lugares, como Oriente Medio, Europa oriental, como partes de la antigua Yugoslavia o Africa donde no ocurre el Renacimiento sus estados modernos son muy distintos a los de Occidente
MUNDO MODERNO:
  • ¿Cuándo? 1453(1492) – 1789(comienzo Revolución Francesa y la época contemporánea)
  • ¿Dónde? –En Europa y América-
  • Características:
Desarrollo de mentalidad y método científico, así como del “racionalismo”(=no hay verdad por oculta que esté que la mente no pueda descubrir) . René Descartes fue su filósofo más importante (“pienso, luego existo” e inventor del álgebra ‘cartesiana’(eje X, Y). Para ellos, la naturaleza era una cosa sin mente o sentimiento, por lo tanto se podía utilizar a su antojo. Surge la idea de un dios como arquitecto del universo, cuyas leyes estaban escritas en la naturaleza.
Hay  información en el siguiente enlace:

http://cibernous.com/crono/historia/renacimiento/rena.html





Veremos en clase el video, "El espíritu del renacimiento" (ese video también está disponible en la Sala Alvilda Nido, de la Biblioteca).




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